Para mi viajar significa soñar,
imaginar, vivir y poder nutrirme de experiencias nuevas. Visitar un lugar no
solo es motivo de conocer algún centro turístico o un museo si no sentir esas
emociones e ilusiones de vivir y sentir lo que las personas de ese lugar sienten.
A mí me gusta disfrutar de la cultura, costumbres, creencias y de la forma en
que viven. Mas sin embargo, para mí el viaje no comienza en el momento en que
estoy en rumbo al sitio, si no mucho antes cuando se me mete la idea en la
cabeza y decido imaginar cómo sería todo. Es ahí cuando el viaje comienza
porque para viajar no se necesita ir de lugar en lugar ya que puedes viajar con
el pensamiento. No me gusta planear exactamente lo que hare cada día o a donde
iré durante mi estancia en el lugar de visita. Yo pienso que es mejor llegar a
este lugar y vivir día a día la experiencia y la forma de vida del lugar que
visito.
Viajar te brinda la oportunidad
de generar propósitos, de modificar la manera en que percibimos el mundo, y de
alterar nuestra existencia. Pero lo que más me emociona del viaje es que de una
forma me tengo que enfrentar al cambio de identidades, aptitudes, y
personalidades con las cuales me siento forzada a generar una nueva vivencia.
Tener la oportunidad de viajar y
experimentar con nuevas culturas y formas de vida nos permite evaluar nuestro
origen y reflexionar sobre lo que tenemos y lo que deseamos. Ha sido una maravillosa oportunidad el poder
visitar Venezuela y aprender sobre su origen. Viajar es explorar y vivir una
nueva realidad.
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